Los buenos hábitos comienzan en casa, sólo se necesita una persona en una familia o comunidad para marcar la diferencia. Aunque los demás no demuestren interés por lo que estás haciendo, no dejarán de fijarse y aprender contigo, y tarde o temprano seguirán tu ejemplo, de manera que no dejes de marcar la diferencia.

Empieza separando la basura reciclable: plástico, papel, cristal y metal, verás que después lo harás de forma automática, cuesta algunos segundos de tu vida, pero a cambio significa muchos años más para nuestro medio ambiente.

01. Repensar: Repensar seriamente los hábitos. Piensa bien antes de comprar. Elige comprar solo lo que realmente necesitas. El consumo excesivo provoca la degradación ambiental.

02. Rechazar: Rechazar productos fabricados por una empresa que no respete la naturaleza o dañe el medio ambiente. Elija comprar de quienes producen con bajo impacto en el medio ambiente y benefician a la sociedad.

03. Reducir: Utilizar correctamente productos de mayor durabilidad y envases en la medida adecuada reducirá el consumo de energía, el consumo de agua y la cantidad de residuos residuales. Así que, a la hora de comprar algo, piensa en cómo reducir la cantidad de residuos que se generarán con lo que compras y evita el exceso de consumo.

04. Reparación: A menudo, un producto roto es más económico que una reparación nueva. Además de ser sostenible, todavía ahorras.

05. Reutilizar: Utilizar el mismo envase varias veces. Con un poco de imaginación y creatividad, podemos aprovechar los materiales para otras funciones.

06. Reciclar: Transformar residuos que antes eran inútiles en materias primas o nuevos productos es un beneficio tanto desde el punto de vista medioambiental como energético.

07. Reintegrar: Lo que no se puede reciclar, como los desechos de alimentos y otros materiales orgánicos, se puede reintegrar a la naturaleza.